La premisa fue desarrollar un proyecto renovador e inspirador. Se proyectó una oficina abierta bañada en luz natural, con paneles bajos para que las personas puedan interactuar y así fomentar el trabajo en equipo. El color blanco fue el predominante y se utilizaron colores pasteles combinados con madera para los sectores de sociabilización.
Alrededor del núcleo de servicios del edificio se adosaron las funciones sociales como salas de reuniones, pool de impresión, meetings y phonebooths, con el objetivo de liberar los ventanales con vistas al exterior para los puestos operativos y privados.
Con la idea de que todo el equipo pudiera disfrutar de las mejores vistas de la oficina, se generaron espacios de reunión informales y de esparcimiento en las esquinas y centro de la planta.
El objetivo fue crear un espacio de trabajo con el que las personas se sientan identificadas y satisfechas y que incremente la productividad y la retención de talento.