Las oficinas de Endava se desarrollan en 2500m2 distribuidos en dos pisos en una de las torres más nuevas de la zona de Catalinas, en la ciudad de Buenos Aires.
El concepto general fue desarrollar un espacio de trabajo donde los usuarios sientan ganas de vivenciar y usar cada lugar de la oficina.
El diseño se basó en un concepto de oficina abierta en la que se fusionan los espacios de trabajo, tanto individuales como grupales, dando origen a distintas interacciones entre ellos. No existen oficinas privadas para ningún empleado pero sí el apoyo de ciertas salas de diferentes niveles de privacidad y tamaños para que el open space funcione de manera integral. Se priorizó la iluminación natural y las visuales hacia el Río de la Plata para los puestos de trabajo.
La escalera que une ambos pisos se convirtió en el eje conductor de la oficina, de esta manera, promueve una dinámica fluida entre los usuarios y sus actividades e incentiva a los empleados a movilizarse a través de los distintos espacios, generando sinergia entre los diferentes equipos. Alrededor de la escalera se desarrollan diferentes programas: punto de encuentro, reunión y trabajo informal. La biofilia forma parte del diseño para fortalecer la idea de bienestar en las personas en el ambiente laboral.